lunes, 25 de febrero de 2013

Francisco Viguera Martínez, por Paco Acosta



Comienzo con una aclaración para los compañeros de promoción (y para todos los ex - alumnos del Ramiro, que como nosotros ahora, en años venideros se encuentren con la necesidad de recordar a sus -nuestros- profesores, y lleguen de una forma u otra, a toparse con esta semblanza): aquel a quién nosotros llamábamos comúnmente “Sr. Vigueras” (sí el de la mano de madera, cubierta por un guante de cuero), realmente no se llamaba así. Su apellido era simplemente “Viguera”, en singlar. No se porqué, nosotros y generaciones anteriores (y me figuro que lo seguirían haciendo también las posteriores) le denominábamos en plural, y así lo recordamos.

De nuestro profesor de Geografía de España de 1ºA, a unos críos de 10 años, lo que más nos impresionó cuando por primera vez lo vimos entrar en clase, con su gabardina clara, no fue su bigotillo al estilo de la época…. En lo que nos fijamos todos, y enmudecimos inmediatamente, fue en su mano izquierda rígida, inmóvil, cubierta con un guante de cuero…. 




Aquello nos resultó chocante…., y (esto que pongo a continuación no es recuerdo, sino invención novelada) me lo imagino repitiendo año tras año el mismo gesto, muy ensayado en sucesivos comienzos de curso, de tras sacarse la gabardina, depositar con displicencia, no exenta de teatralidad, ese brazo insensible sobre la amplia mesa de madera del profesor, dando lugar a un sonido seco, rotundo que se expandía raudo por toda la clase…..

Los alumnos comentaríamos, después, en el primer descanso o recreo: ¿has visto?; No tiene brazo…, lleva una mano de madera…, es mutilado de la guerra… Y posiblemente eso de la guerra, de las acciones bélicas, entonces no nos repugnase tanto como ahora….. Era el curso 57/58 y, aunque nosotros no habíamos vivido directamente ninguna contienda armada, la guerra, tanto la “nuestra”, la Civil, como la II Mundial, continuaban “en activo” en la sociedad. Y los críos leíamos los tebeos de Hazañas bélicas, veíamos películas “de guerra” y “de tiros”, jugábamos con armas -espadas, pistolas, revólveres, escopetas,…-, y sabíamos bien que “las de verdad” podían, y servían para, matar (a los malos, al enemigo, ¡claro!), pero que algunas veces “el héroe” o “el protagonista” podía también resultar alcanzado…..

Por eso aquel profesor diferente nos llamó inmediatamente la atención. Y lo comentaríamos en casa, o con los hermanos mayores, o con amigos de cursos superiores, y nos llegó información complementaria: “… resultó herido en Rusia, en la División Azul, y perdió la mano”,…..  Hasta es posible que eso lo asociásemos con el bigotillo, e inmediatamente todos asumimos que era cierto. Y así se fraguó su “leyenda”……, que hoy vemos desmontada por las autorizadas palabras de Antonio de las Casas, uno de los hermanos mayores de nuestro compañero Iñaqui, que en ocasión del cincuentenario de su promoción, tuvo la dicha de verlo aún con vida, de estar con él en una comida y “comentar lo de su mano de madera”. Y allí les dijo, él mismo, que la pérdida de la mano en la campaña de Rusia, en la División Azul, “no era cierto, sino producto de un accidente de caza, versión mucho más prosaica, que la inventada por nosotros”.

Y existe otra fábula que le atañe, -no me atrevo a asegurar que sea completamente falsa-, que le atribuye “descargar esa mano” con profusión sobre la cabeza de todo alumno díscolo, indisciplinado o vago… En cualquier caso lo de utilizar la mano para repartir pescozones, no creo que lo hiciera con regularidad, y menos con algún ensañamiento; …aunque es cierto que en nuestros tiempos, los castigos corporales estaban admitidos, por aquello de…. “la letra con sangre entra”. Y más de un maestro se lo tomaba al pie de la letra…

De esto último podréis “hablar con conocimiento de causa” los compañeros que además de tenerlo en clase en el Ramiro, asististeis en algún verano a “su academia”, en la que por lo que habéis comentado, también daban clase otros profesores del Ramiro. Para los que, como es mi caso, no conocimos la existencia de esta academia hasta que alguien lo publicó en el blog de la promoción, señalaré que tras mucho escudriñar, he encontrado que Francisco Viguera Martínez, fue director de la Academia San Lucas (curioso nombre para un centro enseñanza, si no es porque al evangelista Lucas, se le asocia con la escritura, y las academias de aquella época tuvieran en el enseñar a escribir su cometido primordial …). Esta academia se encontraba en 1972, en la calle Reyes, 5 (ignoro si en nuestra etapa del Ramiro también estaba allí), y se publicitaba para “bachillerato, acceso a tercero”…. Yo, que en los años 70-71, recién casado, por aquello de contribuir a “ir poniendo la casa”, estuve pluriempleado por las tardes-noches, impartiendo clases de cálculo en una lúgubre y destartalada academia de preparación de oposiciones, os aseguro que en más de veinte ocasiones (sin exagerar, que exagerando serían más de doscientas) me entraron ganas de “golpear violentamente” a los aspirantes a funcionarios del cuerpo técnico de …., y eso que algunos me superaban en edad… y corpulencia.

Retorno a la semblanza del “sr. Vigueras”, pues me ido por los cerros de Úbeda, tal vez porque de él nos han llegado pocas cosas… Sin embargo su popularidad entre los que fuimos sus alumnos es ciertamente alta. Más adelante, si continuáis leyendo, descubriréis de dónde lo he obtenido, pero un alumno suyo escribe, y trascribo textualmente: «Guardo de él, como profesor, un magnífico recuerdo». Y el antes citado Antonio de las Casas (de los “casitas”, de toda la vida, con larga extirpe en el Ramiro) corrobora este sentimiento, e incluso lo incrementa, pues dice: «Cuando le contábamos (a él, al Sr. Viguera) que discutíamos entre nosotros, si el mejor profesor que habíamos tenido en el Ramiro, era él o Royo, se quedó absolutamente sorprendido, pues no tenía ni idea de que sus alumnos le apreciasen de esa forma. Él se veía a sí mismo como muy duro. Una pena no habérselo hecho saber en su momento. Así es la vida. Y seguramente hubo muchos otros Viguera

Estoy seguro que así es…. Lástima que, por ahora, no hayamos llegado a tiempo con ninguno…. ¡Que al menos quede por escrito que conservamos su recuerdo con mucho cariño…!

D. Francisco Viguera Martínez, falleció en Madrid el domingo 27 de Octubre de 2007, a la edad de 84 años.

Pero nos queda en la memoria. Bastantes de nosotros hemos mencionado su nombre tanto en las entradas del blog, como en comentarios. Eso quiere decir, que casi todos nos acordamos de él… Y parece que valorábamos, y mucho, la labor que hacía para que nos aprendiésemos la Geografía de España. Por cierto, aunque me cascó un 5, raspado, aún sigo recordando muchos nombres de ríos, afluentes, montañas y demás, a lo que sin duda contribuyeron sus famosos “mapas mudos”, parecidos a los que Kurt conserva a pesar del tiempo trascurrido, y que como muestra nos ha colgado en su blog (para los “cómodos”, os pongo aquí el acceso directo: http://kurtstafel.blogspot.com.es/2012/04/mapas-mudos-vigueras-1a.html#comment-form).

Aunque los de la Promoción seguro que recordaréis este tipo de mapas, siempre habrá un visitante que lo ignore. Lo de los “mapas mudos” consistía en que cada alumno debía dibujar (o “calcar” del atlas de geografía, que quedaba así “hecho un asco”) el mapa de la región objeto de esa lección, sin añadir en el papel letra ni indicación alguna. Luego en clase, se recogían los mapas de todos, se “barajaban” y se distribuían nuevamente entre el alumnado…..

El examen consistía en rellenar el mapa con los textos pertinentes, situados en “el lugar adecuado”. Con más de 40 alumnos por clase, la probabilidad de que te toque “el tuyo”, tu mapa, el que conoces, es ciertamente escasa. Y por tanto, a la evidente dificultad de recordar los nombres de todos los accidentes geográficos naturales (capital, ciudades y pueblos principales, ríos, sierras y montañas, cabos y golfos, lagunas y demás) había que añadir la, a veces imposibilidad, de reconocer su posición en el mapa que te había tocado en suerte, causados por defectos de "calcado" del compañero, y el post-proceso artesanal de nuestras infantiles manos (a modo de ejemplo, las cordilleras, eran muy difíciles de calcar, y aunque había verdaderos artistas, como Kurt y otros, los menos dotados solíamos representarlas “a capón”, como manchas marrones, o incluso como una especie de “arañas o algo así” con múltiples patas en uno de sus lados, y que ahora parecerían imágenes muy esquemáticas de un “chip de memoria o circuito”, o una figura rupestre descubierta en un abrigo levantino….).

Sobre él, sobre el mal llamado “sr. Vigueras”, en el BOE (importante fuente de información para los que queremos saber más sobre nuestros profesores), he encontrado que en 1949 intentó opositar a cátedras de “Geografía e Historia”, para Institutos Nacionales de Enseñanza Media. Se le reclamaba entonces, para poder examinarse, que adjuntase la documentación justificativa de

a)    certificación de nacimiento, legalizada.
b)    certificación negativa de penales.
c)    certificación facultativa expedida por Médico del Cuerpo de Sanidad Nacional
d)    certificación de haber terminado los estudios de la licenciatura respectiva, título correspondiente, o certificación notarial del mismo.
e)    certificación de haber practicado la enseñanza durante dos cursos, expedida por el Centro respectivo, o de trabajos en el Consejo Superior reinvestigaciones Científicas.
f)     certificado de adhesión.

No creo que tuviese dificultades en aportar ninguno de los cuatro primeros certificados (lo del accidente de la mano, aunque se hubiera producido antes de 1949, no resultaría descalificante…). Por tanto su posterior aparición en la “lista de los excluidos” de la mencionada oposición, tuvo que deberse a la falta de uno de los restantes documentos: o, a sus 26 años, no tenía aún dos cursos de experiencia como profesor, o le faltaba conseguir ¡el certificado de adhesión!.

En 1951 vuelve a intentar lo de ser catedrático de instituto, y nuevamente le reclaman que subsane deficiencias en la documentación presentada. En este caso se trata de “justificar haber terminado los estudios de Licenciatura por planes anteriores al vigente, o probar haber verificado la reválida si los hicieron por el actual”. Tampoco en esta ocasión sacó la plaza, si es que aportó la documentación solicitada, y no vuelve a “salir en el BOE” hasta 1978, en que se le cita para formar parte de un tribunal de oposiciones. Y allí aparece como Profesor agregado numerario de Institutos Nacionales de Bachillerato. O el buscador de BOE no funciona adecuadamente con estos antiguos boletines escaneados, o estos nombramientos no tenían reflejo en las disposiciones correspondientes…..

Pasado bastante tiempo, se le menciona nuevamente en un BOE de 1997, en el que se recoge la sentencia del Tribunal Supremo, en su Sala de lo Contencioso-Administrativo, del recurso que, junto con un montón de compañeros, presentó en 1991 «contra la denegación en vía administrativa de su solicitud de daños y prejuicios derivados de la anticipación legal de la edad de jubilación forzosa». En 1991 tenía 68 años, si no he calculado mal, y no le debió gustar que lo jubilasen a la fuerza. Pero la sentencia del Supremo no les dio la razón, y ¡se dictó y publicó seis años después…..!.

Curiosamente, y así os lo traslado, también he encontrado un par de referencias más relativas al que fue nuestro profesor. Una de ellas, también de un juzgado, concretamente de Getafe, no tiene relación con su actividad de profesor, sino es relativa a la admisión de una demanda (en 2004) relativa a la propiedad de un local, que fue resuelta en 2005 favorablemente para él. Afortunadamente en este caso la justicia no fue demasiado lenta, y la alegría de haber ganado este pleito la recibió estando aún con vida….

La otra referencia es una solicitud de información que apareció el 8 de Febrero de 2010 en un foro, -cursada por un tal Amenofis (autoidentificado como Generalleutnant, por lo que me figuro está relacionado con la carrera militar)-, que dice textualmente: «Me ha entrado la curiosidad por localizar a alguien que fue profesor mío de Geografía Universal en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid en el curso 58/59, y que se decía de él que había estado en la División Azul. Recuerdo sólo su apellido: Viguera. Le faltaba la mano izquierda, que llevaba de madera enguantada. Guardo de él, como profesor un magnífico recuerdo. ¿Alguien puede aportar algún dato sobre él? (considero los pocos datos que tengo insuficientes para recurrir al Archivo militar de Ávila)». Amenofis, no consiguió lo que pretendía, porque ahora sabemos que ese camino no llevaba al lugar adecuado…. Hubo algunos dispuestos a ayudarle, pero lo único que consiguieron fue despistar al pobre Amenofis (así no podrá salir del sarcófago en el que andaba encerrado), y éste acabó aceptando que su profesor se llamaba Jesús Viguera,…, un cabo español que no figura en las listas de mutilados reconocidos por el gobierno alemán antes del fin de la guerra. Pero al que en 1945 se le concedió la Medalla de Sufrimientos por la Patria, al haber sido herido el 3 de Diciembre de 1941… ¡Mira que si, con estos datos se forja otra leyenda…!

Teniendo en cuenta que la Geografía Universal era asignatura de 2º, y que nosotros lo hicimos en el curso 58/59, resulta que ¡Amenofis pertenece a nuestra promoción! Habrá que seguir la investigación……., y mejor si sacamos fondos para desplazarnos a Egipto.

31 comentarios:

  1. La mesa del profesor en el aula de 1ºA estaba justo enfrente de nosotros cuatro (Aranda, servidor, Beberide y Bergia); a eso se debía que unos más que otros nos hechizasen con sus manías o con sus miserias, según las calificáramos por entonces. Una de las más fascinantes de Viguera era lo muy ceremoniosamente que se sonaba el moco. No creo que fuera por causa de su mano rígida, porque no recuerdo que participara en la maniobra. Os la recuerdo, por si se os ha olvidado: extraía su pañuelo de un bolsillo con la mano menos rígida, lo depositaba sobre la mesa, lo abría (venía doblado en cuatro), lo levantaba con plausible destreza, lo sujetaba del modo conveniente, lo posaba sobre su nariz y hacía lo que la naturaleza recomienda. Tras eso lo depositaba de nuevo en la mesa, bien extendido y mostrando a la otredad (nosotros cuatro, a la sazón con nuestras mejores expresiones inexpresivas) el producto de la operación. Tras eso lo doblaba lenta y cuidadosamente, hasta volver a formar el cuadrado en que lo había sacado del bolsillo, y al llegar ahí lo veíamos desaparecer, en una suerte de prestidigitación. Era, por lo general, un 'show' de una sola vez por sesión, aunque cuando se acatarraba lo podía efectuar docenas de veces (bueno, quizá no tantas, pero ya sabéis cómo va eso de la memoria a nuestras edades). En fin, todo un espectáculo.

    Quizá ahora comprendáis por qué no soy capaz de guardar en el bolsillo un pañuelo recién usado sin transformarlo previamente en un completo burruño.

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    1. Recuerdo haberos visto - y eso que estaba muy por detrás- mirar con gesto congelado y espantado aquella lenta maniobra.

      La magnitud del silencio en la clase de Geografía Española era considerablemente mayor al de otras. ¿Por qué sería?

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  2. Magnífica semblanza, Paco-Harper. Tendrías que poner tú una academia, o mejor, un despacho de investigador privado; si además te forras la mano con un guante para imponer respeto, seguro que te ídem.

    Yo creo que "al Vigueras"´no es fácil olvidarle, y no sólo por su temida mano de madera, que no utilizó nunca para fines punitivos (al menos en el Ramiro, aunque cuentan que en la academía la tenía más "suelta"), sino por su fino olfato didáctico. Creo que yo he sido quien también he dicho en alguna ocasión que le recuerdo como uno de mis mejores profesores, ya que gracias a él y sus mapas mudos aprendí sin darme cuenta la geografía española bastante bien. Quizás se deba a que mi memoria es más fotográfica que otra cosa, y este genial sistema ayuda mucho.

    En la foto me parece que está más joven que en la imagen de él que tengo en mi memoria; aquí en la semblanza se parece a Jorge Negrete y sólo le falta arrancarse por rancheras. Yo le recuerdo un poco más maduro y fornido, siempre con su gabardina, lo que le daba un aire al actor francés de moda por aquella época, Lino Ventura, lo que contribuía a incrementar el miedo a un sopapo de aquél corpulento profesor con su larga mano. No hubiera tenido precio como karateka...

    Como ya ha dicho Paco, en mi blog tenéis unos cuantos mapas mudos de entonces. Luego fuí perfeccionando la técnica haciendo cordilleras con harina y agua y después pintándolas con acuarela, de forma que me podéis considerar el inventor del "3D" aplicado a mapas mudos... No se me olvidará que me pasé un poco con la altura del Mulhacén; al sacar el mapa de mi cartera, descubrí con horror un terrible accidente: ¡el pico se había roto debido a la compresión sufrida! Me quedé desolado, como dicen los franceses. Aquello parecía más bien el Teide que el Mulhacén. Bueno, inventé así la montaña truncada.

    Tiempos...

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  3. La escena que yo recuerdo del profesor Viguera, que jamás olvidaré, es la de un sopapo pegado contra el encerado con la mano buena para hacer callar a la clase. El silencio se hizo de inmediato y yo clavé la mirada en la pizarra y veía caer partículas de tiza desde la parte superior a la inferior como si de nieve se tratara; tal fué el cebollazo que le endiñó a la pobre pizarra...
    Miedo? Quién dijo miedo? Pánico le tenía yo.

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  4. La academia San Lucas Evangelista C/Reyes Madrid (Pobre san Lucas)
    D. Francisco era propietario de un colegio-academia, reconocido, situado en la C/ Reyes.
    Accidentalmente pasé un mes de junio "aprendiendo" Latín allí.
    Imaginad un piso antiguo al que se accedia por una angosta y oscura escalera. El piso grande y destartalado, con suelos de madera, pintado por última vez muchos años atrás, poco luminoso y amueblado con mesas, bancos y silla desvencijadas.
    El director D. Francisco que pegaba guantazos a diestro y siniestro. El profesorado muy extraño: Basilio con las copias, Pachá que daba latín, Francés, Griego... y otros profesores tétricos cuyo nombre no recuerdo. El alumnado, pues no se de donde habría salido, pero creo que todos eran repetidores de algo. Solo preocupados por fotos eróticas y chistes sexuales.
    Aprender, creo que en aquel antro nada bueno se aprendía y más bien podías terminar corrupto y con taras para toda la vida
    Un solo mes allí me dejó ya escarmentado.
    El otro día pasé por la calle de Reyes. Me costó saber cual era el edificio pues las fachadas están pintadas y no mugrientas como antaño. Preguntando dí con la casa. Parece que en el año 88, ya muerto Vigueras, la inmunda academia cerró sus puertas por no reunir las condiciones necesarias que la ley exige a esos centros. Que alivio...

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    1. Yo estuve en ese colegio seis años y no terminé ni corrupto ni con taras. A propósito yo no repetía nunca y tu, por lo que veo si. ,

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    2. Pues ni repetí ni suspendí nunca en el Ramiro. Mi paso por la academia se debe al Sr. Brañas que le recomendó a mi padre que estudiase latín en el verano y que me ponía un 5 con esa condición, en 3º. Mi padre no sabía donde meterme y le hablaron de la academia. Fui un mes de agosto del año 1960. Era un piso lúgubre y siniestro. La clase de latín la daba un profesor (sr. Pachá) que además daba Francés, Inglés y creo Filosofía. No aprendí absolutamente nada y es más algunos compañeros me consultaban sus dudas de matemáticas. El ambiente nada que ver con el Ramiro. Me angustiaba saber que había personas que estaban todo el curso allí. A la salida alguna vez íbamos al cinema X o a unos descampados a jugar. Una experiencia no muy gratificante.

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  5. Perdón el año de cierre fue el 2002. No se si había fallecido el propietario pero no pudo perpetuar el negocio...

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  6. Estuve varios años en el Colegio San Lucas Evangelista, efectivamente el Director de este Colegio Academia era Don Francisco Viguera "El Paco" o "El manco de Lepanto" motes por el que era conocido, daba clases de Latín y de Geografía, la mayoria de la clase tenía pánico a sus clases, pues se le iba la mano con facilidad, y a la menor soltaba un sopapo... y por nada castigaba al "estudio" que era quedarse hasta que cerraba la academia, yo tuve la suerte de no recibir ninguno, estudiaba como un loco para no darle motivo... y nos examinabamos en GUADALAJARA en el Instituto Brianda de Mendoza. En verano iban los repetidores del "Ramiro", profesores, no recuerdo a Basilio, pero entre otros estaban Marcelo Moreno, que daba de todo, incluso religión , Carlos Perille, que "daba" matemáticas, "Trigo de Oro", Don Justo, incluso su hija Carmen daba algunas clases, la gimnasia se realizaba en la calle Gabriel Lobo, en las instalaciones del CIPSE, el profesor se llamaba Carlos... Muchos años.. la verdad que el Colegio no tenia las instalaciones adecuadas y los inviernos eran frios, pero no era barato, cobraban hasta por la estufa...

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  7. Aunque todp lo que dices es seguramente verdad identificarte hombre.

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    1. De regreso a la página, soy José Maria Muñoz, el "anónimo". En los años que fui alumno de "San Lucas" conocí a muchos compañeros del "Ramiro" porque ásistían en verano a clase y algunos se quedaban al curso siguiente para volver al Instituto más adelante. D Francisco que era el Director, como profesor de latín y Geografía, era muy riguroso y con grandes conocimientos de las materias, de eso no había duda, aunque como ya dije se le iba la mano, era muy disciplinado. luego en la vida cotidiana era entrañable y respetuoso y te saludaba con cordialidad, era corriente verle por la Plaza de España acompañado de su mujer y s u hijo pequeño. Era aficionado al futbol y seguidor del Real Madrid. La mano creo que no la perdió en Rusia, sino cazando, pero no lo puedo confirmar.
      Ah y por San Lucas a pesar de lo "lugubre" que parecía pasaron alumnos importante como Luis Martinez de Merlo, premio Nacional de Poesía, Un hermano de Fernández Ochoa, José Maria Castillo, gran fotografo, recuerdo a Maestre, Zubizarreta, Luengo, Laguna, Izquierdo, Soria, Del Olmo, Lamana, los Ortiz de Zárate, Diaz Rozas, hermanos Guillen, Ventisca, Jaen.... buenos compañeros y estudiantes con los que comparti partidos, animando al Estudiantes en "la nevera" y en el Magariños. Fueron años que pasaron y se pueden contar lo más objetivamente posible. Y de D. Francisco fue parte de mi vida.. pues aparte del tiempo en la Academia,
      tuve buen trato con alguno de sus hijos. Uno de ellos Juan Carlos, gran pintor, que murió joven, es persona ilustre de La rioja Un saludo. José Maria Muñoz

      coincidi algunos años tuve buen trato con sus hijos y

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    2. También yo pasé mis buenos años en el 'San Lucas' y por tanto conocí de primera y única mano, al 'Paco'. Ingresé en la academia avanzado el curso del 1962, ya que por motivos familiares fui a vivir a Madrid con el curso comenzado y por tanto era imposible incorporarme a un colegio oficial donde se habían cerrado los plazos de admisión y, ya que estaba allí y mi padre era enemigo de cambios, hice todo el bachillerato en la calle de los Reyes, total, solo 5 años.

      Del Ramiro desconozco casi todo, apenas referencias de los que nos visitaban en verano; del San Lucas, sin embargo, algo más se pues el tiempo hizo que me convirtiera en uno de los veteranos y puedo dar fe de la mano especialmente ágil en sonsacarnos, a base de bofetadas, todo lo que no habíamos sido capaces de entender leyendo los libros de texto, y así, las conjugaciones latinas, ya sabeis, rosa/ae, no se me han olvidado a mis 62 tacos, como tampoco la diferencia entre un participio concertado y un ablativo absoluto, ni por supuesto que el Miño nace en Fuente Miña, provincia de Lugo...

      Realmente, aquello parecía sacado de una película de Berlanga: las expulsiones temporales por mal comportamiento; los castigos en el estudio hasta las ocho de la tarde; los golpes indiscriminados, no solo de D. Francisco, sino de todo los profesores; los esperpénticos viajes en autobús los sábados para hacer gimnasia en unas instalaciones deportivas cercanas al edificio del antiguo NODO; los no menos curiosos viajes al Brianda de Mendoza de Guadalajara todos los fines de curso para examinarnos, en fín, no quisiera hacer de esto un relato aburrido parecido a los de la mili, tan cansinos ellos.

      Claro que no todos son recuerdos negativos, también los hay magníficos y divertidos.

      De los profesores guardo especial recuerdo del cordobés Marcelo Moreno, exseminarista y crápula divertido, pianista nocturno en tugurios cercanos al colegio; de D. Ceferino, viejo profesor de literatura, protagonista inocente de las burlas escolares; de D. José María, estudiante universitario, lanzador de jabalina y profesor de francés; de D. Carlos, de matemáticas,con gabardina de cuadritos y sombrero a lo Eddie Constantine, que exigía pulcritud en los cuadernos de ejercicios sin importarle en exceso el conocimiento que de la aritmética pudiéramos tener y, como no, de D. Francisco y sus latines.

      Toppo Gigio, los hermanos Manzano, los hermanos Guillén, los hermanos Muñoz, Ben Castell, Montguió, Lodares, José Diez...,forman parte de mi imaginario pre y adolescente junto al peculiar Juanito Diaz Rozas y su pensión de la Gran Vía, a Ernesto Herrero, Tito, excelente batería del grupo Conexion, a Ordovás, popular crítico musical que pasó uno o dos veranos por allí, y claro, como no, a mis dos amigos del alma con quienes comparto camaradería desde entonces y con quienes he visto pasar el tiempo, crecer hijos y hacernos mayores (?): Alberto Jimenez Almarza y José Manuel Arellano Melgar.

      Ahora que he encontrado este foro de viejos compañeros 'sanluqueños', me gustaría poder continuar en contacto con vosotros y, si fuera posible, tomarnos alguna caña que otra para reirnos de los viejos tiempos.

      Se me olvidaba deciros quién soy. Mi nombre es Pancho Escudero y 'disfruté' del colegio entre los años 1962/1966.

      Un saludo para todos.

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    3. Ya sabemos que D. Francisco tuvo dos caras la del Ramiro y la del San Lucas. Descanse en paz

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  8. ALBERTO GIMENEZ 22 de Octubre de 2013 Hola,por alusiones debo de participar.Mi experiencia en el San Lucas, fue quizás de las más dilatadas,6 años del 62 al 68, es decir todo el Bachiller Superior. A todo lo dicho con anterioridad, debo de añadir algunos pequeños detalles, p. e.: si animo de vanagloriarme, seguramente ostento el récord de expulsiones (temporales) del "COLEGIO",creo recordar entre 6 y 8 veces .Debo de reconocer que en ningún caso fue sin motivo. Con respecto al Sr. Viguera, para nosotros siempre D. Francisco (PACO) doy fé, que todo lo retraída que tenia la mano (buena) en el Ramiro de Maeztu, lo compensaba con la ligereza que tenia en la calle de los Reyes, hay que decir que ese proceso tenia un ritual; te llamaba a su lado y te pedía que le quitaras el reloj(para no dañarlo de las ostias), lo depositaba sobre la mesa y acto seguido se iniciaba el "festejo". En segundo lugar quiero mencionar algunas personas muy carismáticas tambien en esa época en la academia como fueron: D. José Diéz Blanco y los hermanos Gimeno ( 3 Varones) claro no ,admitían chavalas. Otro personaje especialmente carismático fue la esposa de D. Francisco, es decir Dª. Carmen, la mujer iba a la academia muchas mañanas, para cubrir los huecos entre clase y clase, con periodos de "estudio" , esto ocurrió sobre todo en los cursos superiores 4º 5º y 6º tengo que confesar que todo lo que su marido nos hacia sufrir, se lo devolviamos a su esposa pero multiplicado por diez, la pobre se comportaba con nosotros como una verdadera "madre" y nosotros la tomábamos el pelo de todos los colores-Bueno no quiero aburriros contándoos todas las historietas vividas en La "La academia" ,pero os garantizo que bien escritas e incluso llevadas al cine, seguramente serian merecedoras de algún premio importante. Me gustaría que todo esto llegara a otros compañeros de la época y así poder completar el blog. Tengo que reconocer que de aquellos años guardo muchísimas experiencias (buenas y malas) pero sobre todo unos excelentes amigos. Un fuerte abrazo a todos los "colegas" y hasta pronto.

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  9. josé manuel arellano melgar17 de octubre de 2013, 20:55

    Al tener conocimiento, por medio de mis queridos amigos Alberto y Pancho, de estos comentarios, he leído todo lo anteriormente escrito por unos y otros, decidiéndome a incluir también mi pequeña aportación.

    Comienzo diciendo que yo sí conocí a los "Vigueras". Mi contacto con el "San Lucas", fue preparándome para hacer el "ingreso". La profesora que impartía la docencia era la "señorita" Amada Viguera. Por entonces ya sabíamos que era familiar de D. Francisco, el director, probablemente hermanos. Nos caíamos yo diría que muy bien. Siempre he tenido buenos recuerdos de ella. Copiábamos al dictado párrafos del Quijote, que ella o alguno de nosotros leía en voz alta. Después se volvía a leer, desmenuzando la ortografía para corregir nuestras faltas.

    Por tanto y salvo error, me parece que fui el primero en llegar.

    Respecto a D. Francisco, creo que siempre me tuvo afecto. Yo diría que soy de los que casi no cobré, bien es cierto que hacía lo que esta a mi alcance para que así fuera. Pese a todo, algún guantazo (que en realidad eran hostias como panes) recibí. Para mí, los peores eran aquellos que te llegaban sin previo aviso, por la espalda, estando en el encerado. Aquella mano diestra, con el doble de habilidad y fuerza, te llegaba desde atrás, quedándote el oído y las entendederas fuera de combate, porque normalmente ya no eras capaz de razonar, corriendo el grave e inminente riesgo de que te lloviera alguno más.

    La paliza, auténtica paliza, más grande que yo he presenciado la impartió a un compañero apellidado Auburtín. Creo recordar que su familia tenía un bar, en la Corredera Baja de San Pablo. Quedó arrinconado entre dos paredes y los pupitres. Intentaba cubrirse como podía, cuando realmente no le era posible hacerlo. Los manotazos, del derecho y del revés, de arriba hacia abajo y viceversa, le llegaron por doquier, le sacudió hasta que se cansó, creo yo. Mientras tanto los demás, en silencio y percibiendo aquella furia, únicamente y con dificultad pudimos tragar saliva.

    Por diferentes motivos, tanto mientras estuve allí (hasta completar la reválida de sexto), como algún año más tarde, pienso que yo formaba parte de un grupo por el que él se interesaba en mayor medida. Siempre fue muy exigente conmigo, o yo así lo percibí. Recuerdo llegar a mi casa muy contento, con las notas finales correspondientes a 4º curso, todo aprobado y con cinco notables. Mi padre me recibió con mala cara. D. Francisco le había telefoneado para informarle que, si bien había aprobado el curso, tenía que haber obtenido mejores calificaciones, que no era suficiente, que ya con catorce años empezábamos a tontear y nos distraíamos con más cosas y con más facilidad.

    Le recuerdo con gabardina, sin bigote, con el pelo corto y algo canoso, más maduro y corpulento que en la foto, con su automóvil "R-8", acondicionado para poder ser conducido por él.

    Hemos dejado, hasta ahora, unos cuantos compañeros sin nombrar, haciendo memoria he recordado a los que siguen:

    Bernaldo de Quirós, Camiño, González García, Gutiérrez, Medina, José Manuel Nodar, Notario (volviendo en autobús de una excursión a Cercedilla o Miraflores, algo antes de llegar a Madrid, me vomitó encima, de la cabeza a los pies).

    Coincido con Pancho, el profesor del que guardo mejor recuerdo es Marcelo, el más próximo, con el que teníamos algunas complicidades.

    En definitiva: pequeñas aventuras, pero grandes recuerdos y mejores amigos.

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  10. Muchas gracias a Pancho Escudero, Alberto Giménez y José Manuel Arellano por vuestra participación y comentarios. Son valiosísimos y aportan mucha riqueza a la semblanza. Lástima que no haya muchos como vosotros para ampliar las semblanzas de otros profesores. Un abrazo de los de la 64 a este conjunto de la 68.

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  11. Que sorpresa mas agradable y que buenos recuerdos mas estimulantes me traen en estos momentos que acabo de salir del hospital despues de mas de un mes con una mala racha de salud,
    pero enfin, espero poder salir del bache con tranquilidad, buenos alimentos y este tipo de satisfacciones.
    Pues como yo tambien soy uno de los aludidos, me gustaria poder hacer mi pequeña aportacion a lo ya dicho por mis queridos colegas Alberto, Jose Manuel y Pancho y que gracias al primero he tenido ocasion de poder tener conocimiento de esta pagina. Asimismo tambien ha sido el primero en contactar conmigo a traves del facebook despues de muchos años, que pudieran ser 25 sin exagerar, lo cual me dio una gran alegria poder vernos nuevamente en algunas ocasiones con Merche, su maravillosa mujercita y que me dejaba por aquel entonces el lavar mi maravilloso y nuevecito mini 1000 azul (no verde) con su techo blanco, en el patio de la casa de su madre.
    Y hablando del protagonista principal de esta historia, o sea D. Francisco Viguera, os tengo que decir que mi ingreso en su santa academia fue debido, aparte de mis malos resultados con los Menesianos, es que era amigo de mi padre porque viviiamos todos en el mimo edificio de Maria de Guzman 45, nosotros en el 4D y el en el 2C, y por supuesto tenia todas las recomendaciones para que fuera un buen chico y creo que en parte lo cosiguio, ya que tenia un trato deferente conmigo, ya que me utilizaba para hacerle algunos mandados durante las horas lectivas.
    Ademas de los ya mencionados compañeros, creo que no se ha mencionado a Eduardo Carrio de Lucas, todo un crack de chuleria que encendia los cigarros sujetando con los dedos las brasas del anterior. No se si se quemaba pero impresionaba. Por cierto tambien vivia en Maria de Guzman 47. Y hablando de personajes estaba el de Villarreal , Jose Antonio Perez Lodares el cual tenia peligro cuandol e daba la vena con las ....pulsaciones..?? No me acuerdo como las llamaba. Buena gente.
    Poco mas puedo contar, porque si empiezo con las aventuras de Pacali, Flandes y Peñabel y otras muchas mas con mis colegas, podria escribir todo un libro.
    Muchas gracias por esta ocasion y un abrazo para todos.

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  12. Aunque comento como Anónimo, soy José María Muñoz Cabrera, y he comprobado que han aparecido nuevos compañeros de San Lucas, y que aportan unos datos que conozco y que puedo ampliar, yo acudí a este colegio-academía en el año 1958 y empecé con la señorita Amada, de la que habala José Manuel Arellano, cuyo nombre me suena mucho, pues creo que coincidimos porque yo estuve en San Lucas hasta terminar el bachillerat; La señortia Amada me preparó para los examenes de ingreso, que se realizaban en el Institto Cardenal Cisneros, y anteriormente, se encargó de prepararme para la Comunión que se celebraba, como otros eventos del Colegio, en el convento sito en la Plaza de las Comendadoras. De los alumnos que menciona José Manuel recuerdo a Bernaldo de Quirós, que creo que vivía en la calle Ferraz, también recuerdo a Camiño, y Notario, que creo se llama Francisco Javier, y efectivamente se mareaba en los viajes.
    De Panch Escudero me suena todavía más, y ha dado unos nombres que fueron compañeros entrañables y a Juanito Diaz Rozas, que tenía su abuela la pensión Josefina en la Gran Vía, le he seguido viendo hasta que se marcho a Cercedilla, no muy lejos, pero por allí anda.. Ben Castell, era un muchacho muy fuerte al que coincidiamos en el gimnasio, donde nos mandaba elD. Francisco y recuerdo sus famosos guantes de boxeo rojos,. De los profesores, es verdad que el más majo era Marcelo, que tocaba el piano en una boite de la calle Manzana, de Ceferino también me acuerdo, y no digamos del profesor de francés D. José, que era una bellisima persona, luego le sustituyó una chica joveny quien no recuerda a
    D. Carlos Perille, el de la matemáticas, que le llamabamos cariñosamente, gran jefe cogote colorao, porque siempre iba muy colorado, a Pancho decirle que en esos años que estuvo en Colegio , coincidió conmigo o con mi hermano. Yo era el que en las clases de Don Paco escribía en la pizarra el texto en latín, pues decían que tenía buena letra. Ha sido una alegria comlprobar que han aparecido situaciones y experiencias que foramaron parte de nuestra vida, y hubo momentos buenos, regulares y no tan buenas, como en todas, partes, también han saliudo los nombres de los hermanos Gimeno, que vivián en la calle Princesa, y que jugué con ellos al futbol en alguna ocasión en las Instalaciones del Cuartel de la Montaña en Rosale, hoy Templo de Debob, la verdad que se podía hacer una película con las graciosa situaciones con Doña Carmen, los profesores y la variedad de compañeros Sanluqueños y del Ramiro, porque del Ramiro conocí a muchos, muchísimos, porque hasta el años 68 no me fuí al Instituto, Bueno, espero que sigan saliendo nuervos ex compas, y nos aporten nuevos datos sobre profesores, ¿os acordais alguno del profesor de literatura? no recuerdo el nombre, el de gimnasia era Carlos Martinez, Saludos para todos de José María Muñoz

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    1. JOSE LUIS RUBIO PEREZ2 de abril de 2014, 19:36

      Soy José Luis Rubio, junto con los amigos Arellano, Pancho Escudero, Alberto Jimenez y los Hnos Muñoz, fui alumno durante varios años del Colegio San Lucas Evangelista del que era propietario y director D. Francisco Viguera . Estoy completamente de acuerdo en los comentarios vertidos por los compañeros sobre los métodos poco ortodoxos en algunos casos con los que impartían disciplina y enseñanza durante esos cursos, no solo el citado D. Francisco sino algún otro profesor, recordemos a D. Santiago el de Literatura con sus agradables "tortitas". Recuerdo a todos los compañeros a los que haceis mención, con alguno como con Enrique Ben Castell, he mantenido la relación de amistad durante muchos años. Asi mismo recuerdo a otros profesores como D. Antonio, D. Justo el de FEN que nos hacía los pases para jugar en los campos de arriba del Cuartel de la Montaña y cuando no, los partidos los domingos abajo del Cuartel con las porterías de piedras y ropa. Bueno amigos seguiremos recordando viejos tiempos. Un abrazo para todos.

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    2. Soy Juan Luis Gómez Calvo, estuve en el San Lucas desde 1950 hasta 1956. Cuando entré los propietarios eran D. Carlos y D. Ignacio Bastida Alvarez, después llegaron los del Ramiro.De D. Francisco Viguera tengo un mal recuerdo, como todos aquellos que sufrimos sus bofetadas, sin embargo estaba D. Francisco Marcos de Lanuza, profesor magnifico de matemáticas, D. Bienvenido Moreno Quintana, D. Enrique Navarro y uno de francés, con muletas, que no me acuerdo de su nombre. Compañeros recuardo a Carlos Gordo, José María Tojo Sanahuja, Enrique Zotes, Eloy Corral Blanco, Mariano Jimeno. De mi primer maestro, D. Ignacio Bastida, guardo muy buen recuerdo, tanto que 28 años después le puse su nombre a uno de mis hijos. Confio en seguir comentando cosas del San Lucas

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    3. Estuve en la Academia San Lucas, junto a mi compañero de promoción y primo Modesto Sanz López, ya fallecido, pues suspendí en Junio la reválida de 4º. El piso era lúgubre y allí el Sr. Viguera daba Latín. El alumnado era de lo más heterogéneo pues había incluso chicos de 20 o más años repetidores también. En mi clase había uno en especial -Blasco- que constantemente estaba vagueando y recuerdo que más de una vez Viguera le dijo: "Blasco, quítame el reloj" Y, a continuación, le daba un buen bofetón con su mano derecha. ¡Qué tiempos!

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  13. Hola a todos: Un grupo de alumnos de la 1966 promocion tenemos serias dudas de que la foto qu presentáis se corresponda con D. Francisco Viguera. No lo recordamos con bigote, era mas ancho de facciones y tenía mas pelo.... ¿Puede ser un error?. por otra parte Felicidades por este trabajo extensivas al Blog

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    1. Estuve en la primera fila, a 50 cms. de él, durante cuatro años y ya lo creo que la foto corresponde al Sr. Viguera. Creo que todavía siento el terror de estar tan cerca de él. SDoy Juan Luis Gómez Calvo

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  14. Creo que el "Sr. Vigueras" nos dio clase de Geografía en 2A y no en 1A. En 1A tuvimos un sólo profesor que fue D. Luis Muñoz Cobo. Esta experiencia de un sólo profesor en el primer curso del Bachillerato Elemental se propició en el Ramiro y la menciona D. Tomás Alvira en su libro sobre el Instituto.

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    1. El curso 57/58 dió clase en 1º A de Geografía de España. Ya han relatado lo de los mapas mudos. En el Ramiro no pegaba. El libro de Texto era de Santiago Andrés Zapatero plan 1957. Aunque me puso un 5, aprendí mucha geografía, comarcas y poblaciones, clima, población de las ciudades, ríos, cordilleras. Era un buen tipo el "Vigueras". Le gustaba el cine y también la Srta. Carmen Burgos.

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  15. Yo pertenezco a los que estudiábamos en el Ramiro y veraneábamos en la academia del Vigeras, que era como se le conocía en el Ramiro, en concreto pase los veranos del 71 al 74 junto a algunos de mis hermanos y muchos compañeros del instituto, lo que si pude apreciar es que era muy diferente el trato que se le daba a este grupo al que yo pertenecía y los que estudiaban en la academia todo el año y recuperaban en verano, estos segundos eran considerablemente peor tratados. Por otro lado no me extrañaba nada el tema de los bofetones en esos tiempos era relativamente normal en algunos colegios. De los profesores me acuerdo mucho de D. Marcelo, nosotros le llamábamos “El hombre del Botellín” que le subíamos, alguno de los alumnos del bar de abajo, llenos de café, se atizaba entre las 8 y las 2 de la tarde, que salíamos del orden 5 ó 6. Había otro muy delgado y con mal carácter por decirlo de alguna manera que le llamábamos “Tiroloco” fuel el único que me atizo en una ocasión 2 tortas y tras el aviso de uno de mis hermanos mayores no volvió a hacerlo. Los buenos recuerdos que tengo de aquellos veranos son de los billares de Los Sótanos en la Gran Vía que eran lo mejores de Madrid aunque nos limitábamos a mirar ya que eran caros y nosotros no disponíamos de dinero, bueno el del autobús y nos volvíamos a casa andando.
    No se si aprendí mucho en esa academia, sin querer ofender a nadie el nivel académico de los del Ramiro era muy superior al resto de los alumnos y yo era muy mal estudiante. De lo que si puedo dar fe es que el Sr. Vigueras nos echaba una buena mano en los exámenes de septiembre.
    Años después jugué al rugby con uno de sus hijos y era una bellísima persona.
    Si recuerdo caras pero no los nombres que mencionáis, en cualquier caso un abrazo para todos.

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    1. Juan Luis Gómez Calvo24 de octubre de 2016, 18:15

      He hecho algún comentario anteriormente, pero quiero decir que cuando yo estuve en la academia (1950/1956 todo el bachiller elemental) era mucho mas serio que todo lo que contais de botellines, billares, etc. Guardo un excelente recuerdo de D. Francisco Marcos de Lanuza, no he conocido a nadie que explicase matematicas como él, haciamos todo el curso sin libro. También era un gran profesor D. Bienvenido Moreno Quintana. Los exámenes finales los hacíamos en el Instituto del Cardenal Cisneros (enfrente de la academia). Yo aprobaba todo en junio, sin ayuda de nadie). Del Sr. Vigueras ya he comentado anteriormente. Alguno de mis compañeros eran: Carlos Gordo, Eloy Corral Blanco, Jose Maria Tojo Sahanuja, Enrique Zotes,, Mariano Jimeno, Francisco Marcos. Un abrazo para todos

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    2. Coincido en lo del trato a los del Ramiro. A mi nunca me pegó, aunque estuve poco tiempo. No me dió él Latín, si no el Sr. Pachá que llevaba muletas.

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  16. Adolfo Rey. Que grata sorpresa me he llevado al leer todos lo que decís sobre Don Francisco Vigueras. Yo hice todo el bachiller en la Academia San Lucas en la calle de los Reyes 5, desde 1954 a 1960 y le recuerdo muy bien, porque aunque me dio mas de un pescozón y tirón de orejas, si recuerdo que en las asignaturas que el daba, geografía / historia y latín, todos sacábamos buenas notas. No he vuelto a saber de él desde 1960 que abandoné la academia y alegro mucho que hay otros alumnos que le recuerdan. Lamento no haberme enterado de esto antes de su fallecimiento, porque me hubiera gustado mucho haber podido llegar hasta el. También me ha sorprendido el último comentario sobre los profesores de matemáticas, Francisco Marcos Lanuza y Don Bienvenido. Además recuerdo muy bien a alumnos como Carlos Gordo, José María Tojo (que le llamaban el nazi) y también a Enrique Zotes (ambos vivían en la calle Juan de Dios). Eran de cursos superiores al mio pero los recuerdo muy bien. Yo realmente empecé a ir a este colegio en 1948 con Don Ignacio y Don Carlos, como comenta otro anterior, pero a la vista de la situación que tenían,(el colegio era de pena) y para hacer el ingreso de bachiller me fui a otro colegio, aunque una vez hice el ingreso volvía a San Lucas para hacer todo el bachiller. También recuerdo muy bien a Enrique Navarro, profesor de literatura. Este señor, una vez que no hice unos deberes, me dio tal paliza a bofetadas, que aunque en mi casa no dije nada, mi familia se dio cuenta de lo que había pasado porque a los pocos día tenía la cara llena de cardenales. Después al tal Sr. Navarro, le he visto en películas, haciendo papeles de poca importancia. No hace mucho le he visto en televisión en una película muy antigua. y También recuerdo al profesor de francés, un hombre que andaba con muletas, y recuerdo muy bien su nombre, Don José Tomás Pachá Ochaita. Yo conservo una fotografía de todos los alumnos de 4º curso del año 1958, donde estamos todos en la puerta del Instituto Cardenal Cisneros y tengo por detrás nos nombres de todos ellos. Alguna vez la he puesto en internet, con los nombres de todos ellos por si acaso alguien la veía y se reconocía. Es bonito recordar aquellos tiempos y que hay otros muchos que se acuerdan de las mismas personas y de las hostias que se repartían en este colegio

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    1. Pachá en mi caso me dio Latín, pero daba Francés, Inglés y creo que Filosofía. Era un buen hombre que debió de tener un accidente.

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  17. Recuerdo con cariño y nostalgia todo lo que dicen mi compañeros de academia, recuerdo a Muñoz Cabrera, teníamos frío por las mañanas alsalir de clase y nos tomábamos una banderilla y un vino cada uno delos dos.

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