Trinidad Jolín Buzo, por Manolo Rincón


Doctora en Ciencias Químicas. Profesora en el curso (60-61) de la asignatura Física y Química en cuarto curso de Bachiller en el Instituto de Enseñanza Media Ramiro de Maeztu. Posteriormente Investigadora del CSIC. Fallecida en 1.987

Queridisima Trini, como siempre me hubiese gustado llamarte. Donde estés ahora seguro que tendrás la cabeza bien alta por tu brillante trayectoria profesional, y el recuerdo imborrable que nos dejaste.

Yo te conocí en cuarto curso de bachiller, allá por el año 60. Tú eras profesora de una asignatura bonita e interesante para los que pensábamos ir por Ciencias al curso siguiente. Desde el primer momento quedé cautivado en la medida que lo puede estar un pobre adolescente de 14 años, por tu gracejo sevillano, tu vitalidad, tu hermosa estampa de mujer estilizada y tu agradable personalidad.

Por si esto no fuese poco tus clases se me antojaban maravillosas y llenas de conocimientos útiles. Me enseñaste desde a sumar vectores, a la ley de Ohm y la corriente alterna, pasando por la estática y la cinemática. Es más, en Química aprendí contigo el sistema periódico, la estructura de la materia y la formulación. Vi un laboratorio de Química por primera vez de tu mano experta. Más no podía pedir, y he de decirte que esa base de conocimiento que me legaste, me ha acompañado toda mi vida, hasta hoy, por lo que siempre te he estado muy agradecido.

Vi con envidia como te casabas aquel curso, pero enseguida viniste de nuevo. Nos acompañaste en una excursión, pues eras Delegada de curso, y solo siento no haber trabajado un poco más para que me dieses el sobresaliente que quisiste darme y no merecí.

Gracias a tu saber hacer, hice bien la Reválida y todo lo que me trasmitiste en tus enseñanzas, lo utilicé hasta en la Universidad.

Seguí tu carrera investigadora día a día,  primero en Sevilla y luego en el CSIC. Tus artículos en el CIB de Sevilla y luego en el IIB de Madrid los leía aunque no era experto en bioquímica, tu faceta investigadora siempre me interesó. Desgraciadamente no pude hablar contigo en esa época, como hubiese deseado, pero siempre te recordaba con tu bonito acento andaluz y tu simpatía personal.

Te recuerdo en clase, pidiendo tiza a Marsá, o llamándome plasta de tanto preguntarte. Seguramente lo merecía, pero quería tener tus conocimientos.
Me enteré un mal día de tu muerte que me apenó muchísimo, créeme, al saber que se iba una gran persona y una gran científica, pero que dejabas tu simiente entre los que aquí quedamos.

Yo mismo fructifique gracias a esa simiente que me permitió llegar a ser científico como tú.
Sé que dejaste una honda huella en mi vida como ninguna otra profesora, y también como persona y mujer, y te lo he de agradecer mientras viva. Y siempre te pondré de ejemplo a todo el mundo como mujer, profesional y científica.

Deseo con esta pequeña y modesta semblanza, hacerte un justo y merecido homenaje, no solo en nombre propio, lo que sería sumamente egoísta, si no en nombre de todo aquel curso cuarto A que tuvo la suerte y el privilegio de tenerte como profesora.

Descansa en paz y mientras viva te recordaré y trataré de seguir tu ejemplo en el trabajo, el tiempo que aún esté en el CSIC investigando.

Abril 2012. Manolo Rincón en nombre de aquel 4º A del Ramiro

1 comentario:

  1. AMPLIACIÓN

    El año de nacimiento de Trinidad fue 1.928 (Málaga) y el de fallecimiento 2.004 (Málaga). Se casó y no tuvo hijos.

    ResponderEliminar